El centro... el centro...
El viernes anduve por el centro. Quedé con Luis, caminamos por el centro y terminamos con los chinos. Bebimos una chela cada quién y platicamos un rato con Bety, quién llegó ahí. Pero el punto de este post no es que si me beí una o dos chelas, sino más bien se trata acerca de porqué está dedicado a R....
Pues resulta que mientras vagabamos por el centro, pasé a comprar cigarros en el 7 eleven del Zócalo. Y cuando salimos, esto fue lo que vimos...
El viernes anduve por el centro. Quedé con Luis, caminamos por el centro y terminamos con los chinos. Bebimos una chela cada quién y platicamos un rato con Bety, quién llegó ahí. Pero el punto de este post no es que si me beí una o dos chelas, sino más bien se trata acerca de porqué está dedicado a R....
Pues resulta que mientras vagabamos por el centro, pasé a comprar cigarros en el 7 eleven del Zócalo. Y cuando salimos, esto fue lo que vimos...
Entonces yo dije —¡Un pato! Qué extraño pero, en nuestros días que no resulta extraño...
Y el sábado volví a ir al centro con mi hermano en uno de esos ratos en los que uno aprende más de lo que se da cuenta. Pero únicamente me referiré a dos cosas:
1) Un señor se desvaneció en el metro y para mi sorpresa no observé ni estorbé como la demás gente, sino que en primera mandé a mi hermano por un policía para que pidiera apoyo; y recordé mis clases de Educación para la salud que llevé en la prepa (que también merece otro post).
2) ¡Volví a ver al mismo pinche pato! La diferencia es que ahora sé que se llama Bebé, que su dueña no tiene trabajo por lo que la foto cuesta cinco pesos porque obviamente ¡El pato tiene que comer de algún lado!
Y el sábado volví a ir al centro con mi hermano en uno de esos ratos en los que uno aprende más de lo que se da cuenta. Pero únicamente me referiré a dos cosas:
1) Un señor se desvaneció en el metro y para mi sorpresa no observé ni estorbé como la demás gente, sino que en primera mandé a mi hermano por un policía para que pidiera apoyo; y recordé mis clases de Educación para la salud que llevé en la prepa (que también merece otro post).
2) ¡Volví a ver al mismo pinche pato! La diferencia es que ahora sé que se llama Bebé, que su dueña no tiene trabajo por lo que la foto cuesta cinco pesos porque obviamente ¡El pato tiene que comer de algún lado!
Y ya lo sé... la pregunta mágica-especial-que-todos-aguardan-sea-contestada... ¿A ustedes qué chingada madre les cambiará la vida Bebé? Nada, pero si lo ven lo pueden saludar.
Ahora que lo recuerdo esa no era la pregunta, sino esta: ¿Y por qué posteas acerca de un pato en el centro histórico de la Ciudad de México? Ahhhh, pues porque dice R... que ha de ser muy divertido el centro de la capital (hahahaha, lo siento tenía que decirlo de alguna manera). Lo que pasa es que él vive en Tijuana, y está dedicado este post a él porque le pregunté que ¿Qué hacía el otro día?
Ahora que lo recuerdo esa no era la pregunta, sino esta: ¿Y por qué posteas acerca de un pato en el centro histórico de la Ciudad de México? Ahhhh, pues porque dice R... que ha de ser muy divertido el centro de la capital (hahahaha, lo siento tenía que decirlo de alguna manera). Lo que pasa es que él vive en Tijuana, y está dedicado este post a él porque le pregunté que ¿Qué hacía el otro día?
—Tarea de Psicopatología...
Mi definición de la psicopatología:
La ciencia que estudia la mente de los patos.
La ciencia que estudia la mente de los patos.
(Má: es sólo un pequeño chascarrillo de eso de lo que la psicología tiene potencial)
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