El sábado fue la fiesta de cumpleaños de los Mensoli, como Ricardo les dice de cariño. Llegué como mi costumbre, una hora después de que nos citaron. Llegué y lo primero de la noche...
Podría jurar que la letra es de Karen...
¡Toqué con reartafuerza! Salió por fin Karen y me abrió. Estaban ahí Lucero y Gaby... quienes en cuanto me vieron se me aventaron para saludarme como si tuviera años que no las veía. Saludé a la má de los Mensoli y demás (porque estaba Carlitos y Poncho). Hasta el final saludé a uno de los dos cumpleañeros porque el otro no estaba.
Vean nada más a Gaby y a Lucero...
La má de los Mensoli, condicionó el alcohol... Bailar la macarena o la sopa de caracol por un drink. ¡Verga! Obviamente no bailé porque me fui a esconder tras la puerta. Eso que ni qué... a los demás chavos les tocó bailar y yo... yo reía.
En eso una de las chavitas que estaban ahí... ¡Es igualita a Fernanda! Y hablando de Fernanda... Resulta que otra niña que andaba por ahí, ya la conocía yo de otra fiesta en esa misma casa, aunque la verdad no me acuerdo. (También se llama Fernanda)
Fernanda, no Fernanda la que había una chava que se le parecía; aunque ahora que lo pienso le da un aire a Ferwanga...
En eso sabrá dios qué pasó pero, la má de los cumpleañeros estaba arriba de la barra con botella en mano y micrófono en la otra diciéndonos que estabamos muy algo así como apagados y que se formaran para beber de la botella. Entre eso y que se la pasaba diciéndole a Pelón que les diera un shot a no sé quién y otro a no sé quién más; yo me divertí.
Un chavo, cuyo nombre no recuerdo, se la pasó hostigando buena parte de la noche a Lucero. (Sí, precisamente al que yo bien maleducadamente estoy señalando en la foto de aquí a un lado).
Y así pasaba la noche. En eso llegó Ari (la otra cumpleañera que celebró con otras amigas en el Mamarumba), Noemi (mi ex jefa) Ricardo e Israel. Echamos desmadre buena parte de la noche, cantamos en el karaoke y bebimos a la salud de todos (Sí, también la de todos ustedes).
Ari...Mimi...Ricardo...Y yo en todas las fotos.
Eso que ni qué... bien dice Ricardo, ir a esa casa es ¡Como un déjà vú! Uno ya sabe qué pasará.
Y así nos dieron las siete de la mañana... Yo tenía que llegar temprano y ¡Claro que así fue! Llegué a las nueve de la mañana; ni qué decir que pese a saber qué es lo que pasará en esas fiestas... yo me sigo divirtiendo cada vez que voy.
Y miren... ¡Yo con Karensita! Sigo preguntándome... ¿Qué necesidad Karen?
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