Yo no debería de estar posteando en estos momentos y más bien debería de estar en mi cama porque estoy archi-requete-recontra-hiper-mega enfermo, pero así pasa cuando sucede como dice mi tía Chencha. Así que primero las recomendaciones: Abrígense y no se anden encuerando en lugares demasiado fríos, porque se enfermarán como yo. Eviten los cambios bruscos de temperatura... Eso de estar caliente y salir al frío les provoca la gripe.
Ahora sí... se han de estar preguntando qué con el pinche título de este post. Y no es que ya haya perdido la razón ni mucho menos; todavía no tengo delirios por la enfermedad que me achaca. Lo que pasa es que hoy fui a la Villa.
-Me quedé dormido... entonces el post es de hoy, ya ven... la gripe.-
Pues sí, ayer fui a la Villa a ver a la Virgen de Guadalupe. Yo tenía curiosidad de ir y Fiors tenía que hacer un fotoreportaje, entonces fuimos. Hace años fui, con mis abuelos; cada salida con mi abuelo es como una visita cultural, entonces como que no; ayer me volví a sorprender (que ni se me da).
La devoción con la que entran de rodillas me sigue sorprendiendo, es algo que yo creo que mi soberbia me impediría realizar... La vibra que se sentía por la fe que le tiene la gente a la morenita del Tepeyac, está cabrona. Sentía yo como si el universo volteara a ver ese lugar.
Pese a que yo siempre le he encontrado pequeñas inconsistencias a la historia de la virgen Santa María de Guadalupe, me quedó claro que no importa cuán verídico sea lo que se diga, sino la importancia radica en el simbolismo que tiene, un simbolo que todavía se debe de conservar por todo lo que procura.
Y para que no digan que soy un maldito bastardo, le recé y pedí por todos usteds y por medio mundo más; prendí tres veladoras por todos nosotros y me dijo Lupe que los saludara. Las fotos las debo porque como que sacar mi celular cuando está Fiors pues no es lo de hoy, dejen que me pase las fotos que él tomó y las subo.
Como sigo enfermo... ahí quedó el post. Ha comenzado ¡El Guadalupe-Reyes! Eso qué...
Ahora sí... se han de estar preguntando qué con el pinche título de este post. Y no es que ya haya perdido la razón ni mucho menos; todavía no tengo delirios por la enfermedad que me achaca. Lo que pasa es que hoy fui a la Villa.
-Me quedé dormido... entonces el post es de hoy, ya ven... la gripe.-
Pues sí, ayer fui a la Villa a ver a la Virgen de Guadalupe. Yo tenía curiosidad de ir y Fiors tenía que hacer un fotoreportaje, entonces fuimos. Hace años fui, con mis abuelos; cada salida con mi abuelo es como una visita cultural, entonces como que no; ayer me volví a sorprender (que ni se me da).
La devoción con la que entran de rodillas me sigue sorprendiendo, es algo que yo creo que mi soberbia me impediría realizar... La vibra que se sentía por la fe que le tiene la gente a la morenita del Tepeyac, está cabrona. Sentía yo como si el universo volteara a ver ese lugar.
Pese a que yo siempre le he encontrado pequeñas inconsistencias a la historia de la virgen Santa María de Guadalupe, me quedó claro que no importa cuán verídico sea lo que se diga, sino la importancia radica en el simbolismo que tiene, un simbolo que todavía se debe de conservar por todo lo que procura.
Y para que no digan que soy un maldito bastardo, le recé y pedí por todos usteds y por medio mundo más; prendí tres veladoras por todos nosotros y me dijo Lupe que los saludara. Las fotos las debo porque como que sacar mi celular cuando está Fiors pues no es lo de hoy, dejen que me pase las fotos que él tomó y las subo.
Como sigo enfermo... ahí quedó el post. Ha comenzado ¡El Guadalupe-Reyes! Eso qué...
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