viernes, 6 de febrero de 2009

Post sin título puesto que al escribirlo, no he decidido de lo que tratará...

Y es que había dejado sólo el título del post... pero no había escrito nada.

Pero bueno, ya sé de que tratará... que si esto que si aquello y así. La vida por momentos se me complica y es en esta parte en la que Daniel "El Raro" San dice que eso me sucede porque soy emo...

Tal vez tenga razón, pero últimamente me he dado cuenta que la vida es una serie de decisiones: las que elijes tomar, las que elijes dejar ir y las que te haces pendejo y no elijes. Y es que tal vez y sólo tal vez tiene que ver lo que me ha sucedido. Me acabo de enterar que Piña, una chava bien buen pedo de mi constelación de Risaterapia (que por cierto, nunca he posteado nada acerca de Risaterapia... próximamente), se va a Vancouver unos meses.

Entre eso y que el fin de semana chillé, el mundo se cayó un rato, así como el sistema de reinscripciones de un post de aquí abajo de quejas contra mi escuela; luego pues a lo que sigue porque no hay de otra.... al post que leí en el blog de Karina que lo sacó del blog de Kike aunque lo escribió Mau... Y uno que otro detalle más...

Por momentos me parece que mi vida corre a eso de las 12 letras por segundo. Es una cosa tras otra lo que me provoca que las cosas me caigan hasta dos segundos después de sucedidas... Y aun así hoy me decía la vecina de salón, Lucy, que me controlo bastante simplemente porque le dije que me resistí a chillar porque tenía muchas cosas que hacer antes de poder darme dos segundos y chillar a gusto y lamentarme y así para continuar con las veinte mil cosas que me seguían faltando.

Es como ponerle forward al dvd y ver la peli un poco más rápido y aún así gritó como vil histérico que paren el mundo que me quiero bajar, tal cual Mafalda. Y luego me acordé de una frase que me dijo una chava en el AIDS 2008, una frase que me consuela pero no acabo de entender (y ahórrense la explicación): Es que para nosotros el cielo puede esperar...

¿Y esto a qué va? A nada, a que me vale madres y a ver si no me meto otro pinche madrazo contra el piso que me duela como el último, y uno antes que ese, el que fue antes que ese y así...

¿Pero pues a lo que sigue no?

Y es que, sí tu, todavía me saben...

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